miércoles, 12 de enero de 2011

Increíble: El secreto de sus Ojos


Si, estoy triste. Dentro de mi mundo, sólo se puede calmar con un disco o una película. He probado ambos y en muchos de los casos me pone más triste. Hace apróximadamente un par de horas que terminé de ver "El secreto de sus ojos" y tengo un cumulo de emociones guardadas, es decir, no puedo elegir que sentimiento debe prevalecer, están ahí la frustración, la satisfacción, el odio, el amor, y por supuesto que la tristeza.

Ahí reside precisamente el encanto de la película. Es un thriller policiaco tan bien hecho que conmueve, pero a la vez da un aliento de valentía y venganza, díganme loco quizá, pero es la mejor película argentina con la que me he topado, por mucho.

No pude encontrar mucho de la gente involucrada, pero hay un dato que hace que todo tenga sentido y que no parezca un loco lamebolas: Juan José Campanella, el director, también ha dirigido series en Estados Unidos y si, como se imaginarán, estuvo metiendo mano a Law & Order. No es sorpresa entonces que me sienta tan emocionado por la película, cuando muchas veces me he sentido poco menos por un capítulo de Steibler y Benson.

Pero la película va más allá y rompe esquemas dentro de los thrillers policiacos. Nos muestra la historia de un oficial, que poco después de su retiro y jubilación se propone escribir una novela para no quedarse calvo del aburrimiento y en su retrospectiva se encuentra con un hecho en especial que liga todo lo importante en su mediocre vida.Un crimen que le costó perder al amor de su vida, perder a su mejor amigo y por supuesto, la fé en su propia vida, además de encontrarse con un amor tan entrañable que no entiende y tras veinticinco años, ese crimen al parecer sigue impune por culpa del gobierno argentino y con él las frustraciones y esperanzas de su vida también están en pie.

A partir de ahí se comienza a desarrollar una historia de tan alta manufactura que impresiona. Desencadenando hechos, jugando con los personajes, transformándolos a lo largo de la cinta, conectando situaciones, atando cabos y por supuesto, dando respuesta a las preguntas de toda una vida, la de Benjamín Esposito, hasta llegar a un final altamente emotivo, sorpresivo y por demás emocionante.

Me ha dejado perplejo y con una mezcla de emociones tan homogénea que me es imposible demostrar una sóla. Lo bello de esto es que, podría verla una y otra vez y la pelea de sentimientos siempre quedará en un letargoso TIE.


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